La forma de reducir este consumo no es renunciar a la cantidad ni a la calidad de la luz ya que esto afectaría al confort y al bienestar de las personas, sino el uso de sistemas de iluminación más eficientes. Debemos de tener en cuentas factores como: diseño de un buen plan de iluminación, las lámparas utilizadas, los equipos auxiliares, los sistemas de regulación y control, como detectores de presencia, el aprovechamiento de la luz natural, y sobre todo un buen mantenimiento de la instalación.
Diseñar de un buen plan de iluminación es básico para lograr una buena utilización de los recursos energéticos.
Un buen mantenimiento de la instalación es fundamental para conseguir el correcto funcionamiento energético, repercutiendo directamente el en ahorro de las familiar o empresas.
